sábado, 13 de noviembre de 2010

Granada “Tuneada”

Alejandro Prieto

El otro día mientras esperaba a unos amigos en la esquina entre la Gran Vía y Reyes Católicos, sin querer me puse a observar la diferencia entre el urbanismo de un lado y otro. Hacia Reyes católicos contemplé como la acera iba descendiendo con ese elegante diseño de retículas combinadas de blanco y gris, con sus márgenes paralelos a las casas, con sus macetas y farolas integradas en la arquitectura, creando una estampa bellísima. Veía a los turistas sonrientes disfrutando del encanto, la personalidad y la armonía envolvente de ese espacio. Es asombroso como girando sutilmente la cabeza uno descubre que la acera se convierte en una masa uniforme de color gris, de aspecto mugriento y sucio, con unas farolas destartaladas y horteras, con sus pantallas birrazas cogidas por un extremo, donde el agua sucia se acumula en el vértice inferior. Observo como los geranios colocados en el suelo, mezclados con colillas y bolsas de patatas, rezan por no ser pisoteados por el primer despistado que no advierta su presencia. Sin saberlo aquella esquina me invitaba a reflexionar sobre dos formas muy distintas de actuar. De como se pueden hacer las cosas bien, con cuidado y cariño, con altura de miras y ambición, queriendo dejar un hermoso legado para la posteridad, y como se puede hacer las cosas fatal, con desgana, sin ningún criterio. Con ideas cargadas de mediocridad y demostrando un desprecio absoluto hacia esta ciudad.

Lo triste de este asunto es que la alcaldía con el gusto más hortera y chabacano que ha tenido Granada en muchos años ha pensado que tiene la “divina” misión de transformar todo el centro de la ciudad. Ahora le toca el turno a la Calle Ángel Ganivet y este club de expertos en urbanismo ya ha demostrado con creces que son capaces de cargarse cualquier cosa y luego decir que están muy orgullosos.

Ya convirtieron la Avenida de la Constitución en el “Voulebard de la mugre”, cualquiera que halla pasado por allí habrá sentido asco al mirar al suelo. Y por la noche la sensación es mucho peor: La luz de cocina de las farolas mezclada con los leds azules del suelo dan un aspecto desangelado. 
También convirtieron las calles del centro en una masa uniforme y monótona de color gris, sin personalidad, sin gracia, sin ningún guiño estético. Habrían terminado antes echándole cemento y dejándolo secar, el efecto hubiera sido el mismo. Ahora están peatonalizadas, eso sí, pero muy lejos de ser ese centro urbano que mezcla el atractivo de las tiendas con el aliciente estético, el encanto y la magia que tiene el centro histórico de una ciudad.
Con el Paseo del Salón y la Bomba más de lo mismo, la reforma aún no sabemos si era necesaria, porque no han aportado casi nada excepto dinero a unos cuantos bolsillos, farolas destartaladas o alguna que otra pincelada estilo “supermoderno” que en realidad no son más que detalles de adolescente macarra, que sólo sirven para destruir una vez más la magia de un espacio que era auténtico, único y que ahora no sabemos como definirlo. Lo más gracioso es que la mitad del paseo sufre una especie de hemiplejia, porque está cerrada desde que se terminaron las obras hace ya tiempo. Otro ejemplo de “lucidez” más del Ayuntamiento: Hacemos las cosas y luego no sabemos que utilidad darle.

Y así, poco a poco, barrio a barrio, Granada ha sufrido en los últimos años una ola de destrucción de calles y espacios históricos que no se conocía desde los años 60, cuando algunos de los padres de los que ahora gobiernan se dedicaban a especular y a construir mazacotes de cemento asolando sin pestañear la magia y el encanto de esta ciudad.
Creo que ya va siendo hora que los granadinos hablemos alto y claro, que demostremos que no nos vale todo, que amamos esta ciudad y que nos negamos a que siga siendo “tuneada” por bárbaros ignorantes que están muy lejos de la categoría que Granada se merece.

martes, 29 de junio de 2010

Soñé Granada...

Alejandro Prieto

Tumbado en el césped de un parque de Florencia, observo la enorme fuente llena de vida y frescor que se alza majestuosa delante mía. Rodeándola hay un enorme lago donde los niños echan migas de pan a los patos. La sombra de un enorme fresno me cobija del sol y a mi alrededor todo es paz y belleza. Cerca de mí una familia disfruta sentada sobre el césped, más allá una chica lee un libro junto a su bicicleta. Entorno los ojos e imagino que por encima de los árboles se divisa la silueta del Albaicín y Sierra Nevada al fondo. En mi delirio imagino que estoy en el futuro y que el Parque del Milenio en los terrenos de la Renfe se ha hecho realidad. Me dejo llevar por la idea e imagino que Granada ha conseguido su sueño de tener una gran parque en el corazón de la ciudad. Los edificios ahora están tapados por grandes árboles que proyectan su sombra y su frescor sobre la gente que yace relajada sobre la hierba. Solo se escucho a los pájaros, la risa de los niños y el claxon de alguna bici lejana.
En mi sueño futurista me pregunto que ha ocurrido para que esta maravilla se haya hecho realidad. Desconozco las razones pero supongo que los políticos en algún momento se dieron cuenta de la gran oportunidad que tenían delante y decidieron aunar esfuerzas y olvidar sus recelos para hacer realidad el gran proyecto de Granada de los últimos 100 años. Me pregunto si soy demasiado osado sólo por pensarlo, pero me siento optimita y con ganas de seguir soñando: En mi utopía, Granada se ha convertido en una sofisticada ciudad europea donde todo el mundo se mueve en bici y los parques afloran en cada esquina. Mi reseca y gris ciudad se ha convertido en un autentico vergel. Las colinas que la rodean han sido repobladas y ahora lucen verdes y hermosas. Las plazas ya no son sólo el techo de los parkings, ahora están llenas de vida y los estudiantes se desparraman sobre su cesped (Creo que ya ni siquiera necesitan emborracharse porque la realidad es más hermosa que cualquier otra inventada).

Es tarde y tengo que coger el avión para regresar a España pero me vuelvo de nuevo para observar aquella estampa perfecta que absorbe los últimos rayos de luz. La realidad es despiadada pero en mi cabeza resuena aún el eco de los pájaros y mi corazón decide no renunciar nunca a los sueños. Al fin y al cabo, La Alhambra también fue alguna vez sólo una idea en la cabeza de un soñador.

Alejandro Prieto, publicado en Diario Granada Hoy

sábado, 8 de mayo de 2010

Granada, parque y AVE

Manuel Sánchez Aguado

La llegada tardía del AVE a una ciudad abonada a la discrepancia, como Granada, no podía estar exenta de polémica. Nadie ignora que conjugar tantos condicionamientos impuestos sea tarea fácil: Procurar la liberación máxima de espacio para posibilitar más zonas verdes. Aprovechar la intermodalidad para facilitar la comodidad del usuario: Maximizar la rentabilidad de cualquier transporte público acercándose a los focos de clientes ( hospitales, Universidades.,) Buscar la proximidad al centro de la ciudad al optar solo por una línea de metro y ubicar la estación en el mejor de los sitios para dejar boquiabiertos a todos, no debe ser tarea fácil. Sin olvidar, claro está, que el peaje no termine arruinando el planeamiento urbanístico porque los pagos en especie (en bloques de pisos) oculten la estampa actual.

Finalmente Moneo se ha decidido por un proyecto que prima la vistas y el “autolucimiento”, en una ciudad de panorámicas, en detrimento de los espacios verdes, en una ciudad carente de ellos. ¿Qué genio desaprovecharía estas imágenes que se incluyen gratis en la estación? El proyecto presentado deja muy alto el primer contacto con la ciudad y nos aleja del parque virtual propuesto por los verdes, algo que no hubiese sucedido posiblemente si Moneo fuese granadino. De ser “granaino” no hubiese ignorado que este espacio representa la única posibilidad real de compensar a Granada de un déficit histórico de zonas verdes y más cuando su ubicación favorecería a dos barrios que cuentan con una ratio ( habitantes por metro cuadrado) de las más elevadas de Andalucía.


Para entender las deficiencias de la actual propuesta de estación, debemos remontarnos a la decisión de la oposición al ayuntamiento, entonces PP, de demandar dos lineas de metro (una exterior, por el camino de Ronda y otra interior por La Gran Vía) en lugar de la barajada en principio. La propuesta final quedó reducida solo a la linea exterior. En esta opción se favorecía la intermodalidad ubicando el metro y estación AVE en el Camino de Ronda y se desaprovechaba las paradas más populosas que le dan sentido, utilidad y viabilidad a cualquier transporte. Cuando se intenta subsanar esta deficiencia para que el metro recoja al menos a los usuarios potenciales del Hospital Ruiz de Alda, se vuelve al antiguo enclave de estación . Es aquí donde, creo, se produce los mayores errores: Primero, porque desaprovecha el mejor trazado en cuanto a clientela y proximidad al centro, que sería : Estación de autobuses- Plaza de toros. Después porque imposibilita el planteamiento de parque central y finalmente porque desaprovecha las bondades que ofrece el proyecto panorámico de Moneo. Cuando éste trata de conjugar intermodalidad y espectacularidad, un serpenteante metro se aproxima tras un largo recorrido a la estación AVE, dejando dos paradas incomprensiblemente próximas entre sí.

Una vez ubicada la estación por Moneo, sería oportuno plantearse otra vez la posibilidad de que el metro transcurriera por el Camino de Ronda hasta la estación del AVE para evitar un sinuoso recorrido inútil de casi un km, con el único propósito de recoger los usuarios de la Caleta. Ello nos llevaría a recurrir a una fórmula diferente de transportar a estos y llevarlos a la estación intermodal. Con ello se liberaría mucho espacio para zonas verdes, que podrían aumentar: Disminuyendo el número de aparcamientos, fusionando el Estadio de la Juventud con el campo de Rugby en el enclave de este último y trasladando parte del crecimiento urbanístico , situado en el lateral norte, al actual Estadio de la Juventud.

PD. Tengo serias dudas, a raíz de las imágenes difundidas sobre la estación, que ésta recoja las mejores vistas posibles. En las fotos no veo la Muralla Ziri y ello constituiría un grave error ya que este emplazamiento ofrece una de las pocas oportunidades de contemplarla en toda su plenitud desde el entramado urbano.

viernes, 23 de abril de 2010

CALIFICAN DE ABERRACIÓN URBANISTICA LA PLANIFICACIÓN DEL AVE Y DE LOS TERRENOS DE RENFE PROPUESTA POR MONEO

En rueda de prensa celebrada sobre los terrenos de Renfe de Granada, el portavoz de Los Verdes, Mario Ortega, que coordina la Plataforma por el Gran Parque Central del Milenio en Renfe, ha criticado duramente el proyecto de Moneo que han sacado a la luz algunos medios de comunicación granadinos antes de que el arquitecto venga a presentarlo a la ciudad.
Para Ortega "Granada necesita una estación intermodal del AVE del siglo XXI y un gran pulmón verde en el centro de la ciudad y Granada no necesita más macizamiento urbanístico, ni más provisionalidades. Moeno se equivoca al no tener en cuenta la propuesta de Gran Parque Central del Milenio en Renfe," continúa Ortega.
Los Verdes y la Plataforma lamentan que la designación de Moneo se realizara a dedo por la exministra Magdalena Álvarez ya que este arquitecto colabora con ADIF, y que su proyecto no tenga en cuenta las necesidades de la ciudad, por este motivo le recuerdan que "su trabajo y el de ADIF, se paga con los impuestos de todos los granadinos y granadinas, de toda las andaluzas y andaluces y de todas las españolas y españoles."
La Plataforma por el Parque del Milenio en Renfe ha recogido más de 9.000 firmas, tiene un grupo en facebook con más de 1.300 adhesiones y su proyecto es apoyado por más de 30 organizaciones y colectivos ciudadanos. Por eso no comprende "la indolencia de las autoridades hacia Granada, ya sean las estatales, las autonómicas o las locales, pues pretenden preparar una entrada del AVE "en trinchera, es decir separando mediante una llaga el barrio de la Chana del resto de la ciudad, cuando hay una oportunidad histórica de soterrarlo desde las afueras de la ciudad, pero es que además quieren finaciar las obras y la nueva estación haciendo un nuevo hotel en la zona, construyendo más pisos y haciendo más calles. Por no hablar de la aberración de tener que cambiar una vez más el trazado del metro, ya que se han destruído los paseíllo y los jardines de ciencias".
Ortega afirma que "una vez más se demuestra la falta de coordinación y la chapucería a la hora de la planificación urbana de la ciudad, si el proyecto sigue adelante perderemos una oportunidad histórica para construir una intermodal del AVE soterrada con un gran mirador a la ciudad y a un parque frondoso." Esta sería la gran transformación urbana de Granada para el siglo XXI, "sin embargo se quiere cometer una aberración con el poco patrimonio de suelo público que le queda a la ciudad."

ENLACES PRENSA:

Granada Digital
LOS VERDES CRITICA LA VENTA DE SUELO PÚBLICO PARA FINANCIAR EL AVE

La Opinión de Granada
EL PROYECTO DEL AVE "UNA ABERRACIÓN" PARA LOS VERDES

Radio Granada
LV califica de "aberrante e irracional" el proyecto de estación del AVE para Granada

TELEPRENSA
Los Verdes califican de aberración urbanística la planificación del AVE y de los terrenos de Renfe

También en Canal Sur Radio, Onda Cero Granada, Granada Hoy, TV locales,...

miércoles, 21 de abril de 2010

Un proyecto aberrante

La destrucción continua - rá. El proyecto de Moneo demuestra lo irracional del trazado del metro. Ahora hará una U para alcanzar la nueva estación más próxima a Ronda. Es decir 600 metros más de trazado, que se habrían evitado si el metro hubiese trascurrido directamente por el camino de Ronda prestando el mismo servic ...io. La planificación urbana de esta ciudad es aberrante. Obsérvese en el plano las nuevas calles junto a los paseíllos, la zona para pisos junto a pajaritos, el hotel junto a Ronda y el parKing de superficie bajo el puente.
Aberrante, aberrante, aberrante.

Podéis consultar este enlace para ver el PROYECTO MONEO

jueves, 11 de marzo de 2010

LA PROPUESTA DE MONEO SE VA PARECIENDO A LA NUESTRA

Moneo sitúa la nueva estación del AVE junto a Pajaritos y Camino de Ronda

Pincha en el enlace anterior y lo verás.

Seguiremos defendiendo el proyecto en su integridad.

Además esta nueva propuesta pone en evidencia el trazado del metro por los paseíllos universitarios.

viernes, 19 de febrero de 2010

UNAS 9.000 PERSONAS APOYAN NUESTRA INICIATIVA CÍVICA


1.106 EN FACEBOOK, súmate si quieres en el enlace al GRUPO de la derecha

68 en este BLOG

8.000 firmas en papel.

Y una nueva asociación: NÁYADE, Asociación de Estudiantes de Ciencias Ambientales-Granada.

Ya son 34 asociaciones o colectivos.

jueves, 14 de enero de 2010

Sin gente, las plazas se mueren

por Sergio Montero
Dentro de poco y gracias a la Ordenanza de la Convivencia, en vigor desde el pasado 11 de noviembre, Granada va a contar con unos espacios públicos fundamentados en un “uso racional y ordenado” (art. 71 de la Ordenanza). Y yo me pregunto: ¿y quién los quiere?
Los términos ‘racional’ y ‘ordenado’ asociados a la ciudad nunca han sido grandes aciertos. Ahí tenemos a Brasília, la capital de Brasil, uno de los mejores ejemplos de ciudad racional y ordenada y, sin duda, una de las ciudades más aburridas e inhóspitas del mundo. Brasília se inauguró en 1960 tras cuatro años de trabajo dirigidos por el arquitecto Oscar Niemeyer y el urbanista Lucio Costa, dos de los mayores representantes de la arquitectura modernista y racional de mediados del siglo pasado. Brasília es una utopía urbana de hormigón con bloques de apartamentos equidistantes entre sí en la que las viviendas fueron concebidas como “máquinas para vivir” y los espacios públicos se reservaron para autopistas y parques geométricos. El espacio público de Brasília, fundamentado en la idea de orden y racionalidad, poco aporta a la persona que observa la ciudad desde la calle y no desde el mapa. Tras una breve visita a la capital brasileña, la filósofa y escritora francesa Simone de Beauvoir escribió de Brasília que más que una ciudad parecía una maqueta a tamaño real, una ciudad que nunca tendría alma ni carne y a la que le faltaba la espontaneidad y mezcla caprichosa de calles que da vida a otras ciudades.
La ciudad cuadrada de bloques de hormigón y parques de cemento no es, por supuesto, exclusiva de Brasília. Tampoco es algo nuevo que vaya a traer la Ordenanza de la Convivencia a Granada. Sólo hay que darse un paseo por los nuevos desarrollos urbanísticos del Distrito del Beiro, cerca del C.C. Alcampo, o por los nuevos bloques de pisos en las afueras del Zaidín o la Zona Norte para ver esa Granada de plazas amplias sin árboles y de bancos vacíos en donde no hay quien pare una tarde de agosto. Pero no, la Ordenanza de la Convivencia no viene a modificar el aspecto físico de los nuevos espacios urbanos en Granada sino algo más importante: la dimensión social del espacio público existente.
El espacio público tiene dos aspectos inseparables entre sí: la dimensión física – calles, plazas o mobiliario urbano – y la dimensión social o, dicho de otra manera, el uso que los ciudadanos hacen de él. Es por ello que la calidad del espacio público urbano no puede medirse sólo en términos físicos, de diseño urbano o de orden aparente. La calidad del espacio público de una ciudad se mide también por la cantidad, intensidad y calidad de las relaciones sociales que es capaz de promover así como por su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y comportamientos ciudadanos que de otra manera nunca se encontrarían en espacios privados. En otras palabras, el espacio público no es un elemento pasivo diseñado para su admiración, conservación e idolatría sino uno de los elementos más importantes con los que cuenta la ciudad para promover de manera activa la integración social y cultural de sus ciudadanos así como para la identificación y construcción de identidades colectivas. La Ordenanza de la Convivencia de Granada atenta precisamente contra este aspecto social e integrador del espacio público porque regula y sanciona de forma excesiva las interacciones y encuentros en el espacio público y porque criminaliza y sanciona a los grupos sociales más vulnerables de nuestra ciudad – mendigos y prostitutas – en lugar de buscar soluciones para promover su integración. De esta manera bajo la excusa de un supuesto orden y civismo, el espacio público en Granada no sólo se convertirá en un espacio físico estéril, elitista e hiper-regulado sino que contribuirá a aumentar la fragmentación social de la ciudad.La Ordenanza prohíbe y sanciona, por ejemplo, la actuación de mimos, músicos y artistas en la calle, dejando “a juicio de la Policía Local” la capacidad de decidir si estos están causando molestias inadmisibles (art. 20). Esta prohibición es, sin embargo, sólo el principio de una larga lista que incluye, entre otras, la prohibición de “la ostentación pública de embriaguez” (art. 23), poner carteles y anuncios en la calle así como repartir octavillas (art. 38), la práctica espontánea de juegos en el espacio público así como acrobacias, patines y monopatines (art. 46), la mendicidad (art. 50), la prostitución (art. 54), escupir en la calle (art. 57), consumir bebidas alcohólicas en la calle, tanto si es en un botellón como si se consume una lata de cerveza individualmente en la calle, o también en caso de que la forma de beberla “se exteriorice en forma denigrante para los viandantes” (art. 71), verter agua en la calle como consecuencia de regar las plantas así como cualquier tipo de residuos por sacudir ropa o una alfombra (art. 72), ruidos o cualquier clase de molestia proveniente de mover muebles o reparaciones domésticas no sólo entre las 23 y las 7 horas sino también entre las 15 y 17 horas (art. 95), cualquier tipo de “actuaciones que puedan ensuciar o deslucir, por cualquier método, la vía o los espacios públicos o que sean contrarias a la limpieza, a la estética, a la integridad física y al valor económico de los elementos de propiedad pública instalados en la vía o en los espacios públicos” (art. 104), “tirar chicles sobre el pavimento o el suelo”, “seleccionar, clasificar y separar cualquier material residual depositado en la vía pública” así como “arrojar colillas de cigarros” (art. 105). Y así hasta un total de 183 artículos. Como colofón, la Ordenanza otorga al Ayuntamiento el derecho de establecer horarios de apertura y cierre para cualquier espacio público o jardín de la ciudad (art. 83).
Como ya afirmó en su época la urbanista y activista Jane Jacobs en una de las obras más influyentes en la práctica del urbanismo contemporáneo, The Death and Life of Great American Cities, las políticas de planificación racionalistas del espacio urbano representan la mayor amenaza a la vida y al día a día de comunidades y vecindarios urbanos. En su lugar, estas políticas producen espacios estériles, aislados y antinaturales porque rechazan al ser humano y la complejidad y caos aparente que nos caracteriza. Sólo hay que echar un vistazo a la Historia y a la geografía mundial para observar que las ciudades y barrios más emblemáticos son precisamente aquéllos que han surgido de manera endógena y no por decisiones racionales impuestas desde arriba. El Greenwich Village de Nueva York, que Jane Jacobs defendió hasta la muerte frente a la planificación racionalista del entonces alcalde Robert Moses, es un buen ejemplo de ello, así como Montmartre en París, el Bairro Alto lisboeta o nuestro propio Albayzín. La Historia y la geografía muestran que las utopías urbanas basadas en el orden y el racionalismo nunca han funcionado ¿Quién prefería vivir en Brasília teniendo el privilegio de escoger cualquier otra ciudad de Brasil? Yo desde luego preferiría escuchar los ruidos de Río de Janeiro y la música de su Carnaval antes que disfrutar del silencio y orden de las calles de Brasília.
La pérdida de la función integradora y social del espacio público viene en Granada acompañada con otro tipo de interpretación del espacio público, una interpretación basada en la criminalización de individuos y minorías vulnerables que no comparten las actitudes y valores de la mayoría. En este sentido, la Ordenanza de la Convivencia tiene elementos similares a leyes anteriores a la democracia tales como la Ley de Vagos y Maleantes que durante la época franquista persiguió y criminalizó a vagabundos, homosexuales y otros individuos considerados “anti-sociales”.
La buena noticia es que el espíritu de participación ciudadana de Granada ha aflorado en la capital como reacción a la entrada en vigor de la Ordenanza, tanto a través de manifestaciones en el espacio urbano como en internet. Nuevos grupos en facebook, páginas web, posts en diferentes blogs, documentales, artículos en El País, Ideal, Granada Hoy y otros medios de comunicación han mostrado que la ciudadanía granadina está viva y que reclama su derecho a participar en la construcción del espacio público y las leyes que lo regulan. En facebook, por ejemplo, a día 17 de diciembre, el grupo creado en contra de la Ordenanza de la Convivencia contaba ya con casi 7.000 miembros. Por otro lado no hay que olvidar que el establecimiento de ciertas normas, formales o informales, es imprescindible para la convivencia en cualquier tipo de espacio, ya sea público o privado. Sin embargo, las prohibiciones y sanciones previstas en la Ordenanza de la Convivencia van más allá y atentan contra la propia dimensión social del espacio público.
Como apunta Domenico de Siena en un artículo reciente que ha aparecido simultáneamente en el blog andaluz La Ciudad Viva y en el blog Ecosistema Urbano, “el espacio público ha dejado de ser un espacio de oportunidad para la colectividad, sus administradores parecen considerarlo exclusivamente como un espacio problemático y solo actúan para vaciarlo y prevenir cualquier tipo de problema, limitando todo tipo de actividad espontánea de los ciudadanos”. Estas ideas predicen con una precisión casi dramática los cambios que se están produciendo en el espacio público granadino en los últimos años.
En definitiva, ¿cuál es la ‘racionalidad’ y ‘orden’ que se pretende imponer a los espacios públicos granadinos? ¿Calles cuadradas y parques vacíos y silenciosos? Tal vez deberíamos entonces tirar abajo el irracional Albayzín y el centro de Granada y construir en su lugar bloques grises de apartamentos, urbanizaciones de casas idénticas y parques esterilizados. La pregunta es, de nuevo, ¿quién quiere esos espacios y qué tienen de original? ¿Quién quiere una Granada estéril, racional y con plazas vacías y silenciosas que sólo se ensucien de cera en Semana Santa? Tal y como recordaron cientos de ciudadanos granadinos en la Plaza del Carmen el pasado 27 de noviembre: sin gente, las plazas se mueren. Sin plazas y espontaneidad, la ciudad se muere también.

Sergio Montero es investigador granadino en el Departamento de Planificación Urbana y Regional de la Universidad de California, Berkeley. Y apoya la Plataforma por el Gran Parque Central del Milenio en Renfe

martes, 12 de enero de 2010

GRANADA Y SU MILENIO, por Mario Ortega


Las ciudades, como los sueños,
están construidas de deseos y temores,

Italo Calvino, Las ciudades invisibles

Érase una vez una ciudad que cumpliría pronto mil años. Al menos eso decidieron algunos próceres del lugar. Aunque el debate académico sobre su origen está vivo, y parece bastante probable que antes de nacer ya hubiese nacido, y aun antes ya hubiese existido un lugar poblado íbero y romano llamado Iliberri. En cualquier caso, hace muchos siglos que el fruto del granado le dio nombre, Granada. Un nombre tan gustoso que al pronunciarlo chispean en la boca rubíes y amapolas.

La Granada de hoy conserva en su seno perlas y vacíos, poetas y doctores, cátedras y amantes, eriales públicos y jardines interiores, pérdidas y olvidos, amalgamados por una elite política que alimenta con una gota de leche diaria su poder real. Un alimento completo que suministrado en la dosis adecuada adormece el espíritu e impide la muerte. La Granada de hoy vive del pasado hipotecando el futuro. Un pasado antiguo y remoto evocado en postales para los turistas que, como en la Maurilia de Italo Calvino “no representan a Maurilia como era, sino a otra ciudad que por casualidad se llamaba Maurilia como ésta.” El caso es que los habitantes de Granada cada vez tiene mas dificultad para reconocer a Granada en Granada. Los turistas no tienen ese problema, llegan al Albayzín y a la Alhambra, pasean por la Carrera del Darro, suben al Sacromonte en microbuses nocturnos, y se van rápido, como hacen todos los turistas del mundo, para contar, con el testimonio gráfico de sus mil fotos digitales, que estuvieron en un lugar como Granada.
Mientras todo eso ocurre, las gentes de la ciudad se sumergen a diario en otra ciudad. En la ciudad cotidiana hay muchachas madrugadoras que trabajan de cajeras por 600 euros, abuelas que esperan el autobús con paciencia infinita, jóvenes que conscientes de la levedad de su vida, rasgan con sus motos una paz que ya no existe, adultos circunspectos en el interior de su automóvil, niñas que respiran las miasmas de una polución persistente, madres con sus bebés que no encuentran árboles frondosos en los techos de los aparcamientos, atletas obligados a jugar al pádel a doce euros la hora, gentes de barrio a las que tendrá que gustarle el golf aunque no quieran, estudiantes de arte que sueñan Berlín, comerciantes de barrio que ven como sus negocios se apocan por la salpicadura veguera de grandes superficies comerciales.

Mientras todo eso ocurre, unos cuantos concejales y concejalas se reunieron en los salones municipales urgidos por su propia indolencia para acordar unas cuantas propuestas dignas de la celebración milenaria. Entre el millón de propuestas posibles eligieron diecinueve. “Mañana sol y buen tiempo”, que dijera el clásico de Siniestro total. Granada será Capital Mundial de la Poesía, Ciudad de Festivales, celebrará el Campeonato Mundial de Judo y acabará aquí la Vuelta Ciclista a España. Granada tendrá un Albaycín rehabilitado, su centro será declarado Patrimonio de la Humanidad, y habrá especial atención a los barrios desfavorecidos, Zona Norte a la cabeza. Granada tendrá una Bienal de Flamenco y Música Andalusí y Sefardí, también habrá un Congreso de Historia del Reino de Granada, Cumbre del Culturas y Premio del Milenio. Además se acabarán las infraestructuras pendientes. Y para todo ello y mucho mas, habrá mucha, mucha, mucha participación ciudadana. Fastos y fuegos artificiales que agradan a la ciudad de la gota de leche y que dan pie a proponer mas ideas para el Milenio. Así se podrían proponer un Congreso de Organizadores de Festivales de Música y Danza, un Mundial de Cetrería (que resultará muy nazarí), un Certamen de Economistas para el Milenio, un Encuentro de Novelistas Especialistas en Novela Histórica, un Campeonato Mundial de Filosofía Esotérica y Arábiga, y mucho mas, y sino al tiempo.

Son escasas las voces que se han oído, no ya criticando las propuestas, que nos pueden gustar mucho o poco, ya que todas parecen dignas haya milenio o no, sino pidiendo una celebración mas reflexiva, mas coherente, que plantee objetivos que actúen sobre los problemas reales de la ciudad y sus gentes. Voces que adviertan que no se puede empezar la casa por el tejado, que es necesario un compromiso de Estado. Voces que planteen qué celebramos, por qué lo celebramos y para qué lo celebramos. Voces que definan objetivos sociales, económicos y ambientales de cara a una ciudad mas sostenible. Voces que saquen a la luz lo mejor de lo que nos legaron las generaciones pasadas, como la Vega, para legar a nuestras hijas e hijos lo mejor de nuestra generación. Movilidad, protección del entorno agrario y paisajístico, infraestructuras medioambientales, culturales, turísticas, sociales, educativas y deportivas, que regeneren el tejido y la vida urbana, que fomenten el civismo y la tolerancia, son objetivos absolutamente necesarios. Los fastos y las fiestas vendrán por añadidura, no lo dudemos.

sábado, 2 de enero de 2010

DESDE MI HABITACIÓN


por Alejandro Prieto


Cada vez que veo “Españoles por el Mundo” entre las cuatro paredes de mi habitación que dan al gris cementado e inerte de mi calle, me pregunto porque no podemos tener en Granada grandes espacios verdes donde podamos hacer deporte, respirar, relajarnos y sentirnos vivos como hacen tantos millones de europeos, norteamericanos y personas civilizadas de todo el mundo. Qué estrechez mental inhabilita a nuestros dirigentes a apoyar con entusiasmo ideas como la del Gran Parque Central de Renfe, que sería no solo un gran pulmón en el centro de Granada, sino un escenario único y espectacular con evidente tirón económico para toda la ciudad. Qué les hace pensar sistemáticamente que cualquier nuevo solar no puede tener otra función que la albergar más calles y mas edificios. Por qué arquitectos reconocidísimos como Rafael Moneo descartan de antemano la posibilidad de hacer un parque con árboles frondosos, como si eso fuese una idea radical e inviable, y desoyen las voces unánimes de los vecinos que claman por un espacio verdaderamente natural donde personas de todas las edades puedan disfrutar lejos del humo, la polución y la suciedad.

Es inevitable que con los años llegaremos al nivel de canadienses o escandinavos, la pregunta es cuantas generaciones más tendrán que malvivir hasta que los políticos comprendan qué es la calidad de vida.

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